Pesadilla antes de la Copa

 
FOTOS: Juan Antonio Castaño

El Xerez sufre una devastadora derrota en una primera parte para el olvido

El Xerez Deportivo, acompañado por más de 200 aficionados, visitaba el maltrecho Municipal de Vistalegre para disputar su octava jornada, quinto encuentro liguero para los azulinos. El cuadro jerezano no salió del autobús hasta la segunda parte en Utrera. El peor partido, con diferencia, del Deportivo llega a tres días de los cuartos de final de la Copa RFEF. 



No se reservó ninguna carta el Xerez para su partido en Utrera. Fajardo apostó por el all in, aunque le saldría desafortunada la jugada. Ya, desde el minuto uno, se vería el alto ritmo de juego y la superioridad futbolística del conjunto de Rubio. Tan solo pudieron aguantar cinco minutos los azulinos sin encajar un gol, a partir de ahí llegaría lo peor. Falta de ideas, desconexión y aspavientos de los futbolistas xerecistas, quienes estrenaban su tercera equipación de la campaña. “Salimos con la caraja”, decía Álex Colorado en entrevista al terminar los 90 minutos. Y no se puede definir mejor.


En tan solo media hora de juego el Xerez se veía tres a cero abajo en el marcador, era la primera vez que le tocaría remontar un resultado en contra y no fue lo esperado. El segundo del Utrera lo firmaría Diego con un auténtico trallazo de falta directa a unos 30 metros de la frontal. Finalmente, el knockout definitivo lo haría en una dudosa acción por fuera de juego de Ranchero, además de sumar posteriormente el cuarto y su doblete particular.


Cambiaría el guion blandamente para el Xerez en la segunda mitad; sin embargo, le faltó bastante más pegada a los azulinos si tenían pensado llevarse algo del municipio sevillano. Sería el capitán azulino quien, tímidamente, se acercaría al electrónico con su primer gol de falta con el equipo de Jerez. La octava jornada acabaría con dos expulsados para las filas de Fajardo: Lucas Correa, por doble amarilla, y Joselillo.



Borrón y cuenta nueva la que deberá hacer el Deportivo en muy poco tiempo. Hay que remontar el vuelo y no hay mejor escenario que el del miércoles. Tropiezo mayúsculo, pero con las ilusiones intactas.



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