El día en el que el Xerez volvió a ser lo que fue

FOTO: Xerez CD

 El Deportivo vive una noche de estrellas frente al Real Murcia con su pase a los octavos de la Copa RFEF 

540 kilómetros de distancia separan Jerez con el Estadio Enrique Roca de Murcia. Y un miércoles 6 de octubre, día laborable y el partido disputándose a las 20:30 horas. Para algunos casi que no merecía la pena, eran demasiadas horas de carretera y, para unos pocos, les valía con casi perder por poco y dar buena imagen en Murcia. Pues lejos de todo eso, el Xerez Deportivo desempolvaba el mejor traje para sus noches de gala. No lo vestían Momo, Bermejo, Mendoza y compañía, pero supieron enfundárselo y parecía que era estaba hecho su a medida. Noche de estrellas para el Xerez. 

La importancia de la cita hizo que nos perdiéramos por el laberinto de pasillos y escaleras de la antigua Nueva Condomina. Sin embargo, al llegar al túnel de vestuarios y las caras de los nuestros en el verde antes del calentamiento no había ningún jugador azul que no creyese en la machada. Se respiró otro aire en Churra. Y tras encontrar el camino a las cabinas, comenzábamos el partido muy cerquita de un micrófono intentándoles llegar a Jerez lo heroico que estaba consiguiendo el equipo de la ciudad. 

Aunque suena algo incongruente, antes de que echase a rodar el balón, el Xerez ya había ganado el partido. Acto de unión, hermandad y respeto de una señorial  afición grana que recompensó a la entidad jerezana. El Enrique Roca en pie y aplaudiendo a la directiva del Deportivo y a su afición,  mientras, en los altavoces, el himno xerecista. Eternamente agradecidos al Real Murcia. 

Con el pitido inicial, el cuadro de Fajardo supo ser valiente ante todo un Segunda RFEF. Se encontró más cómodo el equipo pimentonero. En cambio, fueron más que trabajados los futbolistas quienes estrenaban la segunda equipación de la presente temporada. El mister ya lo anuncio que el Murcia sufría sin balón, y tanto que sufrió. Sin ni siquiera llegar al cuarto de hora de juego, los dieciseisavos de la Copa Federación eran un correcalles de idas y venidas entre el área de Satoca y Gallego. La primera le llegaría a los pies García, quien pudo cambiar el guion de la eliminatoria si no se hubiese encontrado a un salvador Álex Satoca. 

En una de las internadas azulinas por banda derecha, Juanito tendría que botar una falta lateral algo escorada. No parecía que iba a llegar peligro, anteriormente los córners se habían quedado algo cortos. El coriano le envolvería el balón con un lazo para que Lucas Correa regalase con un gol a la hinchada xerecista. Serían una veintena de aficionados, pero se hicieron notar en Murcia. Completamente incondicionales. 

Minutos antes del descanso, estaría obligado Mario Simón a cambiar a Boris por lesión. Respiraron Lucas Correa y Álex Pavón sabiendo que se despedían de su poderío físico. El Deportivo daba por finalizada la primera parte con dos avisos más para Gallego. Con la reanudación del partido, veríamos al mejor Xerez del momento. No concedió ninguna hasta el minuto 80. Podría haber conseguido una mayor cosecha goleadora de Murcia, las tuvieron Jurado, Óscar y Borja. Gran trabajo del 9 del Xerez CD, se hubiera llevado el MVP si hubiera marcado el segundo. Además, de tener que haber superado al inconmensurable David León. 

Acabaríamos sufriendo, y de qué manera. Final de infarto pero con desenlace feliz. Noche en la que nacen las estrellas y los ídolos para los más pequeños. La unión, sacrificio y hermandad de una plantilla y su directiva dieron sus frutos. Menudo regalo nos hicieron.