Un Xerez Club Deportivo muy sólido puso contra las cuerdas al segundo clasificado
En las complicadas citas es cuando sale a relucir la mejor versión del conjunto xerecista, que durante setenta minutos fue por delante ante un equipo que tan solo ha caído una vez derrotado en toda la temporada.
No pudieron empezar mejor las cosas para los pupilos de Antonio Montero "Nene", que aprovecharon la primera y casi única oportunidad que tuvieron para abrir la lata y llevarse el encuentro a su terreno. A los diez minutos, Carrión cabeceó al fondo de las mallas una falta lateral botada por Sergio Narváez en una acción que estuvo marcada por el error de Alberto a la hora de atajar el cuero.
No tardaron en reaccionar los locales, Trabazo respondió al gol encajado con una buena jugada en la que la intervención de la zaga jerezana fue trascendental a la hora de alejar el peligro. Tanto Álex García como Marco Rosa, que se topo con el poste, estuvieron a punto de establecer la igualada una vez pasada la primera media hora. Aún así, la solidez defensiva del Xerez propició que el electrónico no variase al término de la primera mitad.
Lógicamente, el filial cordobesista apretó el acelerador en la segunda parte. Kevin y Miguel Ángel probaron fortuna con sendos disparos sin éxito. Al igual que ocurriera en la Ciudad Deportiva del Betis, los azulinos acusaron el esfuerzo y tuvieron que conformarse con un punto que sobre el papel es muy valioso pero que sabe a poco tras el desarrollo del partido. Miguel Ángel anotó uno de los goles del campeonato en un libre directo escorado en el que colocó el balón por la escuadra.
El último cuarto de hora fue un auténtico suplicio para la parroquia xerecista, que sufrió de lo lindo para evitar que la balanza se desequilibrase. Kevin se quedó a centímetros de empujarla y nuevamente Miguel Ángel, el más destacado de los suyos, la tuvo tras un zapatazo que impactó en el travesaño.
Empate trabajado del Deportivo con el que aumenta su racha invicta, ya que acumula cinco jornadas consecutivas sin conocer la derrota.
Por Lucas Caballero
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