Pulso al futuro de la temporada

 
FOTOS: Juan Antonio Castaño

El Xerez, corto en jugadores, acaba empatando frente a un efectivo CD Pozoblanco

Las suposiciones del periodo de descanso invernal se hicieron realidad en el terreno de juego. El Xerez volvía al Pedro Garrido con 14 jugadores contados, solo tres sustituciones posibles para afrontar una jornada después de 39 días sin jugar. Emilio Fajardo orquestaba un once inicial cogido con pinzas para comenzar la segunda vuelta ante una afición azulina que solo el gol de Iván Navarro le quitó el frío del cuerpo. 


Más de un mes ha pasado después de la derrota en Puente Genil, desde entonces el Deportivo se ha despedido de cuatro jugadores y ha incorporado una nueva alta, que tampoco pudo jugar por el protocolo de cumplimiento de la RFAF con  incorporaciones de exjugadores al mismo equipo. De esta forma, el cuadro azulino echaba a rodar el balón en el apto césped del municipal jerezano. Con el pitido inicial, se vio un Xerez que fue de más a menos en los 90 minutos: presión alta en sus líneas y aprovechando la espalda del rival en las acciones de peligro. Asimismo, llegaba la única alegría del partido. Balón al espacio e Iván Navarro aprovechaba la segunda jugada para empujar el esférico al fondo de la red. De lo mejor del partido las acciones individuales del extremo sevillano. 



Jarro de agua fría para los hombres de Cobos y jugadores camino de vestuarios con los deberes hechos durante el primer periodo. Ritmo lento y denso el que se vio desde el anfiteatro del Pedro Garrido, ninguno de los dos conjuntos quería ser el protagonista de la película. Sin embargo, la revolución blanquinegra llegaría en el 70', un auténtico asalto a la portería de Marc Vito durante veinte minutos. Fajardo, viendo el percance de la situación, sacaba a los pocos hombres que tenía para aguantar el marcador, pero todos intuyeron el final. El Xerez, con un medio del campo que llevaba pidiendo la hora desde la segunda mitad, se veía sin fuerzas para parar el ataque en tromba del Pozoblanco. Vito salvaba los muebles en más de una ocasión, aun así, en una jugada que no debería haber finalizado en gol, ponía el empate en el electrónico. Pudo volver a adelantarse el Deportivo en el 87', pero ya nadie tenía resistencia para rematar en boca de gol.



"Final agridulce", expresaba el míster azulino en rueda de prensa, y tanto que lo fue. El xerecismo se despedía, por el momento, del Pedro Garrido completamente helado y dándole vueltas a la cabeza del porvenir, y no solo en sentido futbolístico, de su club. Y parece que no vaya a cambiar la cosa. 

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