Sueño en azul y blanco

JUAN ANTONIO CASTAÑO

El Xerez Deportivo a una victoria de conseguir el ascenso 

El Xerez ganó frente al San Roque de Lepe por uno a cero. El capitán xerecista Álex Colorado dio la victoria al conjunto azulino, que se encuentra a una victoria de celebrar un nuevo ascenso en su septuagésimo tercer año de historia. El Municipal de La Juventud acogió la mayor celebración de la temporada donde comunión entre afición y jugadores se vio reflejada sobre el césped. 

Hay partidos que siempre quedarán en el recuerdo, y no por proclamarse campeón de nada, sino por ser la previa de algo grande. Siempre quedarán en la memoria los ascensos contra la Gramanet, Lora o Huesca, pero todos esos no hubiesen ocurrido sin los Chiclana o Éibar. Y ayer La Juventud lo sabía, era un ambiente de grandes citas, de noches de gloria. 

Desde el minuto uno de partido, el Deportivo sabía a lo que venía. Dejó atrás los fantasmas de Lucena y salió al encuentro a justo lo que debía hacer: ganar el partido. Hubo algunos cambios en el once alineado por Esteban Vigo: Juanito y Palacios partían de inicio y demostraron que de calidad y hambre de minutos van sobrados. Pese al arreón inicial del conjunto lepero, el equipo de Jerez supo cambiar el guion del encuentro. Y tras varios saques de esquina, la cabeza de Álex Colorado fue la que más alta llegó, e hizo sumar el primero en el marcador. Tembló La Juventud

Los de Vigo disputaron una de las mejores primeras partes en lo que llevan de temporada; la presión alta y las asociaciones entre los jugadores, que están llamados a marcar la diferencia sobre el verde, dieron por fin sus frutos. Pero sin duda alguna, si hay que hablar de algo fue sobre la animación de toda la hinchada azulina. El aliento del Xerez tiene nombres y apellidos, y más aún sabiendo que, en el caso de ganar el domingo, no se volverá a pisar el estadio local hasta dentro de unos cuantos meses. 

Con el pitido final se desató la locura. La emoción se palpaba, solo hacía falta mirar hacia la grada para ver cientos de brazos, que por unos instantes, sostenían el cielo en sus manos, además de todos aquellos abrazos que encerraban un secreto a voces, que no es otro que: lo vamos a conseguir


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