Esperpento

                                                                                                                                               (Fotografías de Diana Gouveia)

Se considera esperpento al género literario caracterizado por una realidad deformada y degradada que minimiza la categoría moral del sujeto, cierto símil de lo que está ocurriendo con el Xerez Club Deportivo. Los dirigentes azulinos reconocieron durante la pretemporada unas expectativas que están bastante lejos de ni siquiera acercarse a lo prometido. Supuestamente se ha confeccionado un equipo para estar entre los primeros puestos de la tabla y a día de hoy, a solo un partido de alcanzar el ecuador de la primera vuelta, la entidad jerezana se encuentra sumergida en puestos de descenso.

La sensación que se transmite al exterior es que no se está apostando verdaderamente por un proyecto que, de estar bien sustentado, no prescindiría de su pilar fundamental a las primeras de cambio. Sí, hablamos de Juan Pedro Ramos y su cuerpo técnico.
Llegó Nene Montero actuando como revulsivo y nada ha cambiado. Quizás sea el momento de reflexionar, asumir los errores e intentar buscar una solución coherente a todo este descosido.
11 puntos es la distancia que hay entre los puestos de peligro, donde se encuentra el Xerez, y los de privilegio. Una distancia que, en un grupo tan igualado como este ,cuanto menos será complicada de reducir. Lo que todo el mundo debe tener claro es que el escudo va por encima de las personalidades y, o bien se hace un esfuerzo para remar todos hacia la misma dirección, o la frustración será tal que todo lo que supuestamente se había avanzado en este tiempo habrá sido en vano.


En cuanto a lo que el partido concierne, poco o nada nuevo que añadir a lo de semanas anteriores. El Xerez, completamente estéril en la parcela ofensiva, fue incapaz de poner en aprietos a Linares salvo una ocasión que dispuso el bueno de Juan Benítez que bien pudo significar el empate.
Al igual que en Palmones, los azulinos comenzaron atacando en los primeros minutos pero conforme transcurría el tiempo las llegadas se iban desvaneciendo. Barreño puso en alerta a los jerezanos con un disparo al poste y Barrio inauguró el marcador a las primeras de cambio.

Nene Montero, que lleva ya 3 partidos viendo a su equipo desde la grada, buscó una reacción que no llegaba con un doble cambio en el descanso. Quirós y Piñero sustituyeron a José Vega y un Bruno Montelongo que está lejos del nivel que se esperaba.


Nada cambió, tan solo un par de aproximaciones inofensivas por bandas que no llegaron nunca a buen puerto. Los locales, que tampoco propusieron mucho, pudieron sentenciar en algún que otro contragolpe. El más claro estuvo protagonizado por Froilán, aunque le ganó la partida Salas.

Pequeños detalles marcan las diferencias en el fútbol y una vez más la fortuna no estuvo de lado del Xerez. Juan Benítez, libre de marca, tuvo en sus botas la oportunidad de marcar en el 86´ en la que fue la única oportunidad clara del Xerez.


Cuantas más jornadas acumulan los jerezanos sin conocer la victoria, ya van ocho consecutivas, mayor es la presión que tiene que soportar una plantilla a la que quizás le pueda venir grande el objetivo de ascender.
El peligro de marcar unas metas tan definidas en un club tan peculiar como el Xerez hace que a la más mínima decepción todo sea cuestionado y a la larga provoque una ansiedad que ya está haciéndose notar en la plantilla azulina.
Todo parece indicar que los responsables de confeccionar la planificación deportiva se han equivocado y deben reaccionar cuanto antes para evitar que la ilusión generada llegue a convertirse en tragedia.
Por Carlos López


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